Hoy os presentamos a Rafael Córdoba, «Nuestro KIKI», el cuidador de la joya que esconde la casa de Postrera 28, el patio del que venimos hablando esta semana.
A Rafael le encanta cuidar y mimar todas sus plantas y cada uno de los rincones de su patio. Disfruta al ver como de uno de los esquejes que él mismo saca nacen nuevas flores.
Fue su abuelo, Emilio Córdoba Caballero, quien compró esta casa, habiendo aun dos inquilinos dentro, hace nada más y nada menos que 70 años.Y los hijos de Emilio, tíos de Rafael, Dori y Lolo fueron quienes empezaron a darle forma y a cuidar este emblemático patio de la calle Postrera, así que desde pequeño, Rafael, venía y pasaba temporadas con sus padres en esta casa del Alcázar Viejo.
Son ya 10 años los que hacen desde que Rafael Córdoba se instaló definitivamente en esta casa patio de la Calle Postrera nº28 para vivir en ella como inquilino único y ser su cuidador diario. Como os adelantaba al principio para nosotros, y para todo el barrio, no es Rafael, es «EL KIKI».
Hombre gracioso, artista y salamero donde los haya, no hay visitante que no salga de su patio a carcajada limpia por su peculiar forma de explicar el patio, no hay duda de que él ama a sus flores y cuando hay un sentimiento así no es nada difícil transmitirlo.